Mazatecos - Ha shuta Enima

Del nombre

Los mazatecos se autodenominan ha shuta enima, que en su lengua quiere decir "los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbre". Según otros autores, el origen del nombre mazateco viene del náhuatl mazatecatl, o "gente del venado", nombre que les fue dado por los nonoalcas debido al gran respeto que tenían por el venado.

Localización

Los mazatecos se ubican en el estado de Oaxaca, en las regiones de la Cañada y el valle de Papaloapan-Tuxtepec. La cuenca del Papaloapan cuenta con un sistema arterial de abundantes ríos que descienden de la Sierra Madre Oriental y desembocan en la laguna de Alvarado, en el Golfo de México.

Sus poblaciones pueden ser compactas, semidispersas o dispersas, dependiendo si se localizan en pendientes o en las planicies. Los principales poblados mazatecos son Teotitlán de Flores Magón, Santa Cruz Acatepec, Santa Ana Ateixtlahuaca, San Bartolomé Ayautla, San Juan Coatzaspam, Santa María Magdalena Chilchotla, San Lorenzo Cuahnecuiltitla, San Mateo Eloxochitlán de Flores Magón, San Francisco Huehuetlán, San Cristóbal Mazatlán, San Pedro Ocopetatillo, San Jerónimo Tecoatl, San José Tenango, Santiago Texcaltzingo, San Lucas Zoquiapam, Huautla de Jiménez, San Pedro Ixcatlán, Jalapa de Díaz y San Miguel Soyaltepec. Hacia el sureste, el territorio mazateca colinda con el de los chinantecos.

Infraestructura

Aunque la infraestructura local más importante son las presas hidroeléctricas Miguel Alemán (1950) y Cerro de Oro, o Miguel de la Madrid, su construcción no ha beneficiado directamente a los mazatecos, pues proveen de energía eléctrica a la ciudad de México principalmente, cuando a algunos poblados mazatecos la energía llegó hasta 1990.

Una carretera importante es la que va de la ciudad de México a Veracruz, pasa por Orizaba y Córdoba, tiene una desviación a Tierra Blanca, Ciudad Alemán y Tuxtepec. Otra va de Tehuacán a Teotitlán del Camino y pasa por Huautla de Jiménez y Jalapa de Díaz. Además, existen veredas que se vuelven intransitables en época de lluvias. Hay una ruta de ferrocarril que pasa por Tehuacán, Veracruz y Tierra Blanca. Tuxtepec tiene un aeropuerto.

Sólo un 15% de las poblaciones mazatecas tiene agua potable; los poblados que carecen de ella se abastecen en los pozos o la toman directamente de la presa. Como combustible se emplea leña y, en menor proporción, petróleo y gas.

En casi todos los poblados mazatecos existen casetas telefónicas, en los más importantes hay telégrafo, correo y estaciones de radio. En esta zona se captan varios canales de televisión. Hay transporte de primera y segunda clase.

Posiblemente el nivel de escolaridad no rebasa la primaria; la mayoría de los poblados rurales tienen escuelas. La Dirección General de Educación Indígena tiene albergues en casi todos los municipios, pero hay deficiencias en la calidad del servicio educativo.

Antecedentes históricos

En la Mazateca Baja se han encontrado restos de cerámica de procedencia olmeca, parecida a la del complejo de la costa de Veracruz y de la región de Tres Zapotes (500 a.C.) correspondiente al Preclásico medio y a la época de los "olmecas arqueológicos".

Posiblemente los mazatecos pertenecen al grupo olmeca-xicalanca, quienes hacia el año 850 ya habían consolidado su área de dominio. Los mazatecos estaban ya asentados en la sierra, con su capital en Mazatlán. Ellos ostentan una primera dinastía (800-1200), un interreino (1200-1300) y una segunda dinastía; en el año 1200 se separan en dos señoríos: el del sur, con su capital en Mazatlán, y el del norte, con su capital en Huautla. Los nonoalcas dominaron la zona mazateca entre los años 1200 y 1300, fecha en que surge la segunda dinastía, que termina con la invasión de Moctezuma 1 en el año 1450. Ésta es la última etapa de la cultura mazateca prehispánica, subordinada a la mexica, que termina con la Conquista.

A la llegada de los españoles en 1519 a la zona baja, mazatecos, chinantecos y otros señoríos les solicitaron protección contra los mexicas y se subordinaron a Hernán Cortés. Durante la Colonia, el área mazateca quedó bajo la jurisdicción territorial de la provincia de Antequera u Oaxaca.

El contacto con los españoles desestabilizó la organización social, los sistemas jurídicos y políticos, la organización económica, sus fronteras y la ideología mazateca. Las epidemias devastaron el área disminuyendo la población mazateca a la décima parte.

Los españoles adaptaron el tributo indígena al nuevo sistema socioeconómico. En la Mazateca el pago de tributos dejó de existir en el siglo XVII. A finales de la Colonia había declinado el poder del cacique como autoridad principal. A inicios del siglo XVII se introdujo la caña de azúcar y los trapiches de Teotitlán; en la zona se comerciaba la grana, el salitre y las frutas. Los centros comerciales eran Teotitlán, Huautla y Huehuetlán. En el siglo XVIII, los principales productos de comercio en Ixcatlán y Soyaltepec eran el cacao, la vainilla y el algodón.

Desde 1616 hasta el fin de la Colonia hubo constantes conflictos entre los pueblos de la sierra y los dueños de estancias de ganado. Durante la guerra de Independencia hubo cierta participación a favor del movimiento criollo liberal y en la sierra se instalaban guarniciones para resguardar el paso de convoyes militares. En 1815, los mazatecos defendieron la "Plaza de Teotitlán" del ejército realista. La Mazateca Baja, Ixcatlán, Soyaltepec y Jalapa lucharon contra las tropas realistas. Durante la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano los pueblos mazatecos sostuvieron enfrentamientos con las tropas europeas. Durante el Porfiriato, en la Mazateca se incrementó el número de las haciendas, encabezadas ahora por nuevos caciques mazatecos.

La historia reciente es crucial para el pueblo mazateca. La construcción de la Presa Miguel Alemán representó un cataclismo ambiental y cultural para los mazatecas ubicados en la parte baja de esta zona. El paisaje cambió totalmente: el pueblo de Ixcatlán quedó bajo las aguas aproximadamente en un 60%. Los pueblos de Paso Nacional y otros más pequeños quedaron completamente inundados. Culturalmente, su cosmovisión y su organización sufrió drásticos cambios. Las rutas que conectaban al grupo con el santuario de Otatitlán quedaron bajo el agua, así que desaparecieron las peregrinaciones que el grupo hacía a este santuario, importante centro religioso de Veracruz, visitado por varios pueblos del sureste. De 1958 a 1963, miles de indígenas regresaron a las tierras no inundadas, dentro del embalse.

Lengua

Según la clasificación lingüística de Zábal-Jiménez Moreno, los mazatecos pertenecen al grupo olmeca-otomangue, subgrupo otomiano-mixteco, rama olmeca y familia popoloca. La familia mixteca y la familia chinanteca pertenecen a este grupo. Los mazatecas tienen algún tipo de filiación lingüística y cultural con los grupos mixtecos, otomianos, mangues, popolocas y chinantecos. Esta lengua es tonal; a la gente ajena a la región le da la impresión de que es silbada o cantada. Prácticamente cada municipio tiene una variante dialectal.

Salud

Los mazatecos aún utilizan una gran variedad de plantas medicinales a nivel doméstico, aunque si la enfermedad es grave llevan al enfermo con los curanderos o los médicos alópatas de la región. Existen enfermedades generadas por la envidia, el mal de ojo y la brujería, que sólo las pueden aliviar los curanderos o chamanes a través de la utilización de hongos sagrados a semillas de la virgen. El prestigio de algunos curanderos alcanza a toda la región.

Los mazatecos inician sus trayectos especiales de curación desde su propio domicilio a las casas de los curanderos, nihe's o shinahes, siguiendo después a los altares de los chicones y culminando en las templos católicos. Todos esos espacios son parte del proceso de curación por el que pasan los enfermos en las comunidades mazatecas. En la década de los años sesenta se dio un gran resurgimiento del fenómeno del chamanismo. Las emergencias por enfermedades se resuelven acudiendo al shinahé, quien brinda un trato completo al paciente, a nivel físico y psicológico, en relación con la naturaleza y con los espíritus. Las visitas a estos curanderos son más económicas que las visitas a un médico alópata. Los shinahés combinan su trabajo de curación con sus actividades de agricultura y pesca.

Vivienda

La vivienda mazateca puede adquirirse por cesión, préstamo o compra; la unidad doméstica está compuesta por una familia nuclear o por una familia extensa. Para la construcción de una nueva casa se recurre a la ayuda familiar y a veces a la comunitaria, a través del sistema de mano vuelta o tequio, pero esta práctica cae poco a poco en desuso.

La vivienda tradicional está hecha con otate, madera, bambú y adobe en las paredes, con techos de palma o de paja; sin embargo, estos materiales ahora son sustituidos por ladrillo, cemento y láminas de asbesto o metálicas.

Territorio, ecología y reproducción social

La región mazateca se divide en cinco subáreas dentro de tres regiones ecológicas, que abarcan la tierra caliente (0-800 msnm), la tierra templada (800-1 800) y la tierra fría (1 800-3 200). En la región se descarga la humedad que los vientos del norte (en invierno) y de oriente (en verano) traen del Golfo de México. El 70% de la región mazateca está cubierta por altas serranías, mientras el otro 30% se encuentra surcada por sierras pequeñas y lomeríos. Esta región abarca un área de unos 2 400 km2.

En la subregión de tierra fría existen bosques de pinos, robles y epífitas. Se siembra maíz, frijol, chile, chayote y se cultivan árboles frutales bajo el sistema de roza, tumba y quema. El incremento de la población ha originado la degradación del ambiente y el empobrecimiento de los suelos. En la tierra templada predomina el bosque tropical húmedo de montaña con robles, liquidámbar y pinos; en esta zona se cultiva maíz, frijol y chile para autoconsumo; el café se cultiva en una franja desde los 400 hasta los 1 700 msnm. Esta subregión se divide en la Presa Miguel Alemán, la zona cañera y la zona ganadera; además, se produce arroz, hule, ajonjolí, piña, y se recolecta barbasco.

El clima de la Mazateca Baja es cálido-húmedo, con una corta estación seca. De junio a septiembre las lluvias son abundantes; de abril a julio se registran temperaturas de hasta 400C a la sombra. Predominan los suelos acrisol y ártico y una combinación de litosoles y rendzinas; estos últimos no son favorables para la agricultura, pero pueden aprovecharse para pastizales; los litosoles tampoco son favorables para la agricultura; las rendzinas también son fácilmente erosionables; sobre ellos se ha sembrado caña de azúcar y se ha intentado la ganadería semiestabulada, actividad que provoca una degradación ambiental irreversible.

También se encuentra la selva alta perenifolia, cuyos árboles sobrepasan los 30 m de altura, con especies de caoba y cedro; en la zona, el 90% de la selva se ha talado para sembrar pastizales, caña de azúcar y piña. El área del bosque caducifolio colinda con la sierra de Huautla y su vegetación de pinos y encinos es arrasada para dar paso a la ganadería extensiva de los caciques locales. La fauna se compone de murciélagos, ratas de campo, ardillas, tepezcuintles, tlacuache y conejo; gallina de monte, pato buzo y pichiche, zopilote, gavilán, halcón, tecolote, lechuza, paloma, codorniz, gorrión, pelícano; salamandra, lagartija, culebra, iguana, boa, mazacuata, coralillo, nauyaca y víbora de cascabel; ranas, sapos y tortugas; mojarra tilapia, guabina, robalo, jolote y tenguayaca.

La pesca y la agricultura son las actividades económicas más importantes; en el embalse de la Presa Miguel Alemán se obtienen unas 5 000 toneladas anuales de tilapia. También es importante la ganadería y el cultivo de caña de azúcar.

La agricultura de autoconsumo cada día es más desplazada por la agricultura tecnificada de cultivos de caña de azúcar y de café y por las actividades pecuarias para la producción de carne. En la Mazateca la venta de fuerza de trabajo es una actividad fundamental para la reproducción social. La actividad forestal, controlada por compañías papeleras desde hace mucho tiempo, no aporta beneficios a la región. La actividad pesquera es importante en la Presa Miguel Alemán, donde el cultivo de tilapia que se vende en Alvarado genera grandes ganancias a sus acaparadores. En las actividades productivas se utilizan técnicas tradicionales, mezcladas con técnicas modernas en el caso del cultivo del café y la pesca.

En cuanto a migración, un análisis de la distribución de mazatecos a nivel nacional revela que en Oaxaca residen 146 928 hablantes de esta lengua y 6 755 en Puebla, lugar cercano al territorio tradicional del grupo, donde se adscriben principalmente en el sector de servicios. En el estado de Veracruz residen 6 533 mazatecas debido a que la construcción de la presa Miguel Alemán desplazó a los mazatecos hacia nuevos asentamientos (Nuevo Soyaltepec). En el Distrito Federal y en el Estado de México también reciben la migración de mujeres mazatecas, que se emplean en el servicio doméstico. Generalmente esta migración es temporal. Se calcula que hay unos 1 000 mazatecos que trabajan como braceros en Estados Unidos y Canadá.

Organización social

La familia es la célula de la organización social mazateca. La unidad doméstica está compuesta por familias nucleares y extensas.

Las autoridades municipales conforman la estructura de gobierno a nivel local. La autoridad agraria es inexistente en la Mazateca Baja, ya que con la construcción de la presa Miguel Alemán quedó un vacío de poder jurídico y no se definió el estatus jurídico de las tierras que no fueron inundadas. Tierras que fueron ejidos se venden ahora como privadas, al igual que las comunales, la cual provoca toda clase de conflictos. También en esta zona ha desaparecido la autoridad tradicional del consejo de ancianos, costumbre que sobrevive en la Mazateca Alta, aunque sólo para rituales agrarios.

Los chamanes ya no detentan el poder de antaño, pero su influencia a nivel informal aún es importante. El poder está ahora en manos de oligarcas mestizos y criollos, así como de caciques mazatecos, personas que entran en conflicto con los campesinos indígenas por el control de los recursos.

Cosmogonía y religión

La concepción del mundo de los mazatecos se expresa en un sincretismo en el que la parte emergente manifiesta el mito judeocristiano de creación, así como la dualidad bien-mal; su cosmología se expresa en los rituales de curación que se practican en la sierra y en la Mazateca Baja. Asimismo, la relación tradicional de los mazatecos con su entorno hace referencia a los dueños de los lugares, los chicones o chiconindú, espíritus que regulan su mundo cultural; a estos espíritus se les ofrenda en barrancas, cuevas, manantiales y cerros, práctica en la que se mezclan las creencias y hábitos sobre la enfermedad y la curación, y la relación con los espíritus ancestrales de estas tierras. El espacio de curación es un espacio religioso sagrado.

En la vida religiosa, el mito es cotidiano y se integra con las experiencias del calendario católico en los ciclos agrícolas y en las festividades de los santos patronos de las comunidades. En la mayoría de los poblados no existen sacerdotes de planta, pues éstos sólo acuden durante las festividades y para la celebración de bautizos o matrimonios. A la par de esta religión institucional se desarrolla una práctica religiosa "tradicional" que adopta un carácter más amplio. A través de sus prácticas cotidianas, los mazatecos experimentan vivencias mágico-religiosas que los conectan con las chiconindú, dueños de los lugares; de su actitud y relación con ellos depende que reciban beneficios o enfermedades.

El mundo sagrado se expresa directamente en su entorno geográfico. Nacer, morir y ser enterrado en las cercanías del lugar de nacimiento es parte del círculo sagrado que identifica al mazateco de hoy con las tradiciones que se pierden en las raíces de su tierra. La tierra es el espacio donde transita lo sagrado, donde se unen los seres del cielo con la tierra. Estas creencias y tradiciones son diferentes en la sierra y las tierras bajas, ya que en la sierra los mazatecas mantienen intacta su tierra. En la parte baja, los mazatecos perdieron su tierra bajo las aguas con la construcción de la presa Miguel Alemán en 1957. Incluso hay diferencias en las tierras bajas entre las zonas no inundadas y los pueblos de reacamodo. En estos últimos, la identidad fue arrancada de raíz al separarlos de la tierra en que nacieron.

La nueva geografía representa un rompimiento con el espacio sagrado, por lo que sus prácticas y rituales de curación se debilitaron o desaparecieron. Las aguas sepultaron numerosos lugares sagrados, pero las referencias principales de cerro Rabón, cerro Campana y Soyaltepec permanecieron sobre las aguas y quedaron como ejes, faros del espacio que se recuperaba. Así se crearon y recrearon dentro del espacio transformado lugares donde los chiconindú volvieron a manifestar su dominio. La identidad se reconstruyó parcialmente. Las prácticas de los chamanes mazatecos o shinahes renacieron y se fortalecieron pero quedaron descontextualizadas del tradicional sistema de Consejos, donde se unía el poder político con el poder religioso.

En la Mazateca Baja, a diferencia de la sierra, desaparecieron los consejos de ancianos. En la sierra han penetrado varias sectas religiosas que cuentan ya con numerosos adeptos; por el contrario, en la Mazateca Baja los pobladores formaron un bloqueo cultural que impidió su penetración hasta fines de la década de los años ochenta. Los arraigados rituales religioso-curativos representan una barrera natural de defensa ante la penetración cultural de nuevas ideologías religiosas.

Fiestas

Las celebraciones mazatecas giran en torno al calendario agrícola, el cual varía entre la Mazateca Baja y la sierra. En la Mazateca Baja, el 1 de enero se realiza la ceremonia winchaa y el pronóstico del tiempo para el año entrante. El 2 de marzo y el 1 de mayo se realiza la ceremonia xixhua en la milpa. En Jalapa de Díaz se celebra la fiesta de la Natividad el 8 de septiembre, y se realiza la ceremonia xixhua para el café. En la sierra, el 10 de febrero hombres y mujeres de conocimiento recolectan la semilla de la Virgen. Si aún no ha llovido, se hace una ceremonia de petición de lluvia; el 10 de junio se recolectan los primeros hongos sagrados. El 9 de agosto se hace una ceremonia de "pago" a la Madre Tierra para poder cortar los primeros elotes. El 17 de noviembre se celebra en Huautla, Chane y Tenango el día de San Andrés. En toda la región se celebra el 28 de octubre a los muertos y a los santos difuntos y el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre.

Relaciones con otros pueblos

En la Mazateca existe una gran diferencia entre la población indígena y la población mestiza. A quien habla mazateco, viste huipil o calzón y camisa de manta se le denomina indígena o paisano; a quien habla español u otra lengua no indígena y/o tiene dinero (aunque hable mazateco) se le denomina "gente de razón".

En los rituales religiosos se utiliza el idioma mazateco, intercalado con algunas frases en español; las misas católicas y los cultos protestantes se hacen en español. Para los asuntos políticos y las transacciones comerciales se utilizan los dos idiomas.

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